jueves, 25 de agosto de 2011

LOS GERMINADOS



Por Begoña Rojo





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Utilizados desde la antigüedad es ahora cuando recobran su justa fama y se reintroducen en las dietas por sus valores energéticos, nutritivos, sanos y naturales.
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Un germinado es cualquier semilla, grano o legumbre, que ha brotado gracias al contacto con el agua, el aire y el calor, con lo que comienza a nacer.


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La germinación es el conjunto de cambios y fenómenos que se produce en una semilla, una legumbre o un grano, para que el embrión pase de la vida latente a la vida activa, es decir, para que brote o nazca y comience a crecer la nueva planta.


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La germinación es la técnica más efectiva para aportar a nuestro organismo una gran cantidad de energía vital concentrada. Es una autentica alquimia de la vida por la cual se puede obtener un inmejorable alimento nutritivo.


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Aunque parezca una forma nueva de tratar las semillas, en distintos escritos se encuentran datos sobre estos cultivos, por ejemplo, los Esenios usaban esta técnica para asegurarse una buena alimentación vegetal durante todo el año, y en los largos viajes de los navegantes españoles y portugueses hacia otros continentes, los germinados evitaban el escorbuto a la tripulación.
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Prácticamente todas las semillas, granos y legumbres pueden ser germinados, incluso las semillas que comúnmente no forman parte de nuestra alimentación, como las de amapola, trébol, mostaza, alfalfa, girasol, col, rábano, nabo…
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Durante el proceso de germinación y bajo la influencia del agua, el calor y el oxigeno, se producen procesos biológicos que transforman favorablemente la composición de los granos, legumbres y semillas: la calidad de las proteínas se mejora, se convierten en aminoácidos, los carbohidratos son modificados en azucares simples, las grasas en ácidos grasos libres, los minerales se hacen mas asimilables y las vitaminas se desarrollan mucho mejor.




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Los beneficios que aportan los germinados son:
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- Por la poca edad de las plantas, poseen cualidades revitalizantes y regenerativas únicas que ayudan a mantener y recuperar la salud.




- Contienen clorofila en grandes proporciones, aumentando la vitamina C.




- Se digieren más rápidamente debido a las modificaciones que se producen en las semillas y a la humedad. Son alimentos predigeridos, lo que supone una economía energética para el cuerpo al exigir menos esfuerzo al aparato digestivo. Indicados incluso para personas que no toleran las legumbres.


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- Son ricos en vitaminas A, B, C y D.


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- Son una fuente de sales minerales y oligoelementos (calcio, potasio, magnesio, hierro, zinc, selenio, fósforo…).


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- Actúan regulando el equilibrio ácido-base del organismo.


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- Aportan fibra de gran calidad biológica.


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- No contienen apenas hidratos de carbono.


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- La rica concentración de enzimas actúa sobre el metabolismo favoreciendo la regeneración del torrente sanguíneo y del aparato digestivo.


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- Tienen un enorme poder desintoxicante y depurativo, proporcionan una buena regulación intestinal, fortalecen el intestino, contribuyen a desalojar los gases y desechos.


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- Tonifican el sistema nervioso.


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- Proporcionan vitalidad y hacen desaparecer el cansancio.


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- Rebajan el índice de colesterol malo.


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- Tienen un bajo contenido calórico y sacian el hambre durante más tiempo.


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- Muy indicados en casos de raquitismo, anemia, descalcificación, diabetes, problemas de la piel y escorbuto.

- Cada germinado tiene unas propiedades diferentes, y tomados en forma de zumo nos vendrá bien para muchas enfermedades. Por ejemplo, si quieres desintoxicar el hígado, y limpiar y dar energía al cuerpo nada mejor que un zumo de germinados y mejorana. En caso de que quieras estimular el cuerpo y la circulación, y fortalecer el sistema digestivo te irá bien un zumo de germinados y pimiento rojo.  El zumo de germinados de alforfón y guisantes es un perfecto tratamiento hemorroides y también te ayudará a reducir las varices. Si lo que buscas es una ayuda natural para las enfermedades degenerativas, detener el deterioro celular y calmar la inflamación el jugo de germinados de trigo y girasol será perfecto. Como ves, según los ingredientes ayudarás a unas enfermedades u otras, pero en cualquier caso, los beneficios son infinitos.

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¿Que granos y semillas son las más apropiadas?


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Podemos germinar fácilmente para empezar semillas de calidad biológica como: Alfalfa, soja, trigo, fenogreco, lentejas, garbanzos, girasol, cebada, maíz, guisantes, calabaza y sésamo. Existe una amplia gama de semillas, granos y legumbres que pueden ser utilizadas para hacer germinados. Los puedes comprar en tiendas de productos naturales, herbolarios y en comercios proveedores de granos donde los precios son muy asequibles. Como precaución es mejor adquirir semillas que no hayan sido tratadas, que estén vivas, no sirven las irradiadas o sometidas a procesos físicos o químicos que alteren su estructura vital.




La mejor forma de comer los germinados es en crudo. Si los hervimos pierden una parte importante de su contenido en nutrientes.




Como normas generales:




- El brote puede comerse en su totalidad, incluso las raíces y las hojas




- Pueden guardarse hasta su utilización en el frigorífico, mejor en un tarro o en una bolsa de plástico y un máximo de dos semanas, aunque es preferible hacerlos con frecuencia para evitar que se pongan rancios o se estropeen.




- Pueden comerse solos o en ensalada, emparedados, sopas, como guarnición, en crepes… o añadirse a salsas, aderezos…


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Como preparar tus germinados en casa:
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Para preparar tus propios germinados solo necesitarás un frasco de vidrio de boca ancha, la cantidad de semillas apropiada es de 3 cucharadas por persona. Lávalas bien antes de introducirlas en el frasco, y cúbrelas con agua hasta multiplicar por tres su volumen. Tapa el frasco con una tela porosa que permita la transpiración y sitúalo en un lugar oscuro y cálido.


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La duración del proceso es de unas diez horas para la alfalfa y unas 13 para la soja. Para los demás granos la duración es más o menos la misma dependiendo del tamaño del grano. Cuando ya veas que han despuntado las raíces, escurre el agua a través de la tela y vuélvelos a dejar en el mismo sitio, teniendo en cuenta que los debes enjuagar una o dos veces al día para que no se pudran o enrancien. Lo ideal es que antes de consumirlos los pongas unas dos horas a la luz para que se forme clorofila, de esta manera aumentan su riqueza en vitamina C.


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Es importante que los mantengas bien ventilados para que no se formen hongos en su superficie. Tampoco los mantengas encharcados ya que se pudrirán.
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domingo, 22 de noviembre de 2009

LOS CUATRO ELEMENTOS

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LOS CUATRO ELEMENTOS

(Order of the White Lion)

Traducido por Artemidoros






En tiempos antiguos se tomó considerable nota para la comprensión de los elementos, puesto que se les consideraba los ladrillos de construcción del Universo, y muchos creyeron que ellos eran parte también de su propia estructura básica. Los Sabios de esos tiempos los vieron como un reflejo del universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y utilizaron la información que reunieron como un método para comprender a su Creador y sí mismos.

Todos nosotros ahora vivimos dentro la naturaleza, aún quienes viven en pueblos y ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el campo o a lo largo de la playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para estudiarlos verdaderamente, pero si nos interesamos en seguir estas creencias antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza contiene la clave de mucho conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y de la parte que desempeñamos en el gran Plan Cósmico.


Cada día nos calentamos con Fuego,
Nos bañamos con Agua,
Sentimos el Viento en nuestros cabellos,
Caminamos sobre la Tierra.


Muchos se pasmarían al darse cuenta que esos mismos elementos se pueden interpretar como funcionando dentro de nosotros. Estamos hechos por las mismas leyes, y estos elementos no sólo se sienten alrededor de nosotros, sino que muy ciertamente se pueden expresar a sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto los elementos son considerados por algunos como muy importantes y, por analogía, se pueden comparar como sigue:


Fuego = Deseo
Agua = Emociones
Aire = Pensamiento
Tierra = Estabilidad

Hay muchos dichos que han resultado de esto, y no es por accidente que oímos cosas tales como:


Las Llamas de la Pasión (FUEGO)
Ahogados por la Emoción (AGUA)
La Brisa fresca de la Razón (AIRE)
Sólido como una Piedra (TIERRA)
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Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la naturaleza, y la comparamos con nosotros, más podemos saber y quizás aprender a entendernos, y darnos cuenta de lo especial de nuestra propia individualidad.

¿Alguna vez deseó Ud. saber porqué decimos "Dios el Padre," y llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre Tierra"? La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El Padre es el Creador, la Madre es quien alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra - ambos funcionando en polaridad perfecta.

Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.




LOS REINOS ELEMENTALES


Se dice que los Reinos Elementales representan las Fuerzas Internas Espirituales de los 4 elementos. Se muestran como imágenes que las gentes han construido a lo largo de muchos cientos de años y que han asumido una vida separada propia.

Algunos son sumamente visibles, y el antiguo pueblo Celta recoge muchos relatos de los Gnomos, Hadas, y Duendes, o las "Personas Pequeñas," como los irlandeses a menudo los llaman. Todos estos son parte del elemento Tierra. Menos comúnmente conocidos son los Silfos, las Salamandras y las Ondinas, que son parte de los elementos Aire, Fuego y Agua respectivamente.
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Cada Reino Elemental reside bajo la dirección de un Rey Elemental, quien a su vez sirve a uno de los 4 grandes Arcángeles. Junto controlan los esquemas del clima del mundo.

Los elementales son criaturas traviesas, quienes se dice que son tan encantadores, que pueden conducirnos al olvido de nuestro propio destino en tierra. Pero en verdad esto simplemente significa que la obsesión - como con cualquier cosa- puede tentarnos a vivir en un mundo de fantasía de sueños y falsas promesas, dejándonos incapaces de confrontar y manejar nuestras vidas cotidianas. No obstante, el contacto con ellos no solo es inevitable, sino profundamente enriquecedor y, cuando se les trata con amor, respeto, adecuado control, pueden reforzar la magia de nuestras vidas al habilitarnos para verdaderamente ver y entender la imponente belleza interna y el poder de los 4 elementos que nos dan vida; y a cambio, nosotros por nuestro contacto con estos Seres, podemos asegurar su existencia continuada.




Los poderosos elementos Aire, Fuego, Agua y Tierra son el dominio de los reinos Elementales tanto como lo son nuestros, y se dice que tan sólo con la protección de los Arcángeles, y el permiso de los Reyes Elementales, podemos mantener cualquier semejanza de control.

Aunque los escépticos despacharían su descripción como puros vuelos de fantasía, se nos dice por quienes creen, que los Reyes de los Elementales y sus reinos son parte intrínseca de nuestra herencia.



Ellos comparten nuestra existencia, y su espíritu vive dentro de nuestras propias naturalezas tan ciertamente como nosotros experimentamos su naturaleza exterior.



EL ELEMENTO FUEGO



El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador, y la chispa de la vida. Es apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye... Brilla en el Sol. Danza en el Fuego del hogar, atrae el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de nuestro ser.

El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas, atrevido, vital, inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. Ama la pasión de la juventud.

El Verano es Fuego - el silencioso pero penetrante latido del corazón de la creación. Es vida en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema más fuerte. Es estar de pie con los brazos estirados hacia el dador de vida, de luz y calor que fluyen hacia abajo - un acción de gracias a la alegría, la felicidad y la maravilla de juventud.

El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia por el futuro. Vive. ¡Es!

El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar.



El Aire abanica sus llamas, pero se necesita de la Tierra para contenerlo. Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede construir, aunque es la esencia de "ser." No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a otros a su tibieza. Da vida, pero puede destruir la vida que da. Es tenazmente protector, pero se necesita protección contra él mismo.

El Fuego es el Padre de la Esperanza y el deseo del Espíritu. Es la fuerza viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos. ¡Vivimos!


El Fuego dentro de nosotros


Si verdaderamente queremos entender los elementos, necesitamos tomarnos el tiempo para estudiarlos e intentar relacionar su conducta con lo que ocurre dentro de nosotros. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre la llama del hogar en contraposición a un bosque ardiendo. Uno es tibio e invitador, y el otro puede devastar en su destrucción.

¿Sabes qué hace que una llama continúe ardiendo? Enciende una vela y observa a la llama oscilar en la brisa. Se puede apagar fácilmente por un fuerte viento o un vacío completo- pero la llama de una vela es muy pequeña.

De esto, entendemos que el Fuego necesita aire para sostenerse, pero no un ventarrón aullador. El Aire significa pensamiento y razón, y el Fuego significa deseo. ¿Qué aprendemos de esto? ¡El entusiasmo en nuestra naturaleza necesita sostenerse con la constante comunicación y relación, pero razonamiento y lógica en exceso pueden matar nuestro deseo si no es lo suficientemente fuerte en primer lugar, lo mismo que un viento fuerte puede apagar una llama frágil!


¿Cuántas veces te has entusiasmado acerca de algo y después "razonaste" y te convenciste de que no te convenía? ¡Muchas veces, sin embargo, el encuentro con otros puede avivar las llamas, y entonces necesitamos vigilar que no se nos salga de las manos!

Las alteraciones emocionales son quizás las cosas más peligrosas, puesto que pueden hundir completamente nuestras esperanzas y deseos, en la misma forma en que el Agua puede apagar al Fuego.

Estudia todos los niveles del Fuego, desde la chispa inicial a las poderosas explosiones en la superficie del Sol, y mira las diferentes maneras en que puede comportarse, solo o asociado con los otros elementos. Entonces compáralo con tu propia naturaleza, y ve si puedes relacionarlo dentro de ti o de otras personas. ¡Debe haber algunos resultados interesantes!


Cuando has perdido tu camino...


Sal y camina hacia el Sol. Siente su radiación en tu cara. O siéntate cerca del Fuego del hogar o de la chimenea y observa como su resplandor lanza sombras danzantes por el cuarto alrededor tuyo. Es confortante y cálido. Absorbe su tibieza y date cuenta de la felicidad que se puede alcanzar al permitirte la libertad de ir detrás de tus más secretos anhelos. Tú eres la única persona que puede hacer realidad tus deseos. Nadie más puede hacer esto por ti.

El Fuego se trata de energía y entusiasmo, la vitalidad de la vida. Es acerca del humor y la pasión, y de encontrar el valor de aferrarte a tus convicciones. Es acerca de la esperanza, y sobre todo esperanza del futuro.


ELEMENTALES DEL FUEGO- DJIN


Arcángel Miguel


Si estás de pie en el calor de un día de verano, y buscas en el cielo, puedes quedar deslumbrado por el resplandor de la luz, pero si miras fijamente en lo profundo del corazón de un bosque en llamas, tal vez puedas ver una figura resplandeciente que danza en el centro. Ese es Djinn, y su Reino queda en el corazón del Sol y de todos los Fuegos de la tierra, porque él es el Señor del Elemento Fuego, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Mikael, su Amo. Cuando se le pide protección a Mikael, se puede ver a Djinn fluctuando al lado de Él, ávido de cumplir Sus mandatos, como un magnífico genio de la lámpara. Juntos, estos Grandes Seres poderosos dirigen y controlan el movimiento del Fuego, y las fuerzas de la energía de vida alrededor de la tierra.

Quien ve a este Rey Omnipotente dice que se les aparece como una explosión de energía estallando en luz, la forma puntiaguda táctil, dotado con zarcillos de calor al rojo blanco y chispas de Fuego, una vibrante masa de llama viviente. Sus ojos de diamante brillan con la oscuridad de las ascuas de carbón, y su capa va del vibrante amarillo al rojo de la lava fundida cuando hace erupción desde adentro de la profundidad de los iracundos volcanes de la tierra.


Djin


Este Rey es imponente en magnitud, y tan incontenible y aterrador como una tormenta eléctrica pero, aunque parezca feroz, también puede ser tan gentil y confortante como la trémula luz de una vela en un cuarto oscuro, o el calor moderado de una lámpara en una noche invernal. Se dice que si nos atrevemos a captar su mirada, Djinn nos retendrá inmóviles y cautivos, suspendidos en su mirada fija, a medida que quema hasta llegar a los profundos deseos de nuestros corazones -deseos que laten en el centro de nuestro ser- y que cuando habla el crujido de las hogueras resuena en su voz.

Es por la fuerza del poder de Djinn que atrae a las diminutas chispas de luz -las Salamandras de su Reino- bajo su mandato. Luminosos y exigentes, llevan sus linternas dentro de sí mismos, llameantes y chispeantes, titilando y cayendo en forma de cascada mientras lo rodean, estallando con energía en su insistencia por entrar en acción.


Elemental del Fuego


Se dice que, si cerramos nuestros ojos y nos concentramos en nuestra visión interna, podríamos tener la suerte de ver a estos chispeantes seres elementales fluctuar y caer en cascada como un reguero de estrellas luminosas puntiagudas, a medida que se unen en móvil formación, haciendo la danza de la vida en los Fuegos de nuestro corazón.


EL ELEMENTO AGUA




El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida, puesto que todas las cosas emergieron del mar. El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire.

El Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en una piscina de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia.

Es el brillo del Santo Grial, sostenido en alto y desbordando con amor, o repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el lamento de la alegría o el sollozo de la angustia.



"Camina cuidadosamente con tu corazón, pues te atreves a caminar sobre el Agua".

El Agua es crepúsculo - el Sol, sombreado en el oeste, y la líquida luna de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de las sombras. Es otoño - el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del verano.

El Agua es Madurez, la hermana de Sentimiento. Cambia. Ajusta.

Es el azul jade de la depresión, y el tinte sutil, pasivo, de la alegría. Es nuestro ser astral. Forma nuestros pensamientos, pero los pensamientos pueden darle forma. Es empujado e inspirado por los vientos del aire, absorbido en la plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con ahogar el Espíritu, la energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del Fuego.

Sólo el Agua puede traer la santidad del amor verdadero, el balance de la armonía. Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y compasión. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad consciente del futuro.

El Agua es el murmullo secreto de nuestro corazón, y la reflexión gentil del Espíritu en manifestación.


El Agua dentro de nosotros



Las Emociones son tan extrañas e inexplicables como lo es el agua. Ellos surgen dentro de nosotros, a menudo por su propia cuenta, sin tener en cuenta la razón o el pensamiento y, sin control, pueden conducirnos al trauma y la confusión. Muchas veces una persona podrá decir "conozco la lógica del asunto, pero en realidad es un asunto diferente." Cuando estamos heridos a menudo lloramos. Cuando estamos felices a menudo lloramos, y a menos que podamos contener nuestras emociones, podemos anegarnos y a otros con nuestras lágrimas.

El Agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y desperdiciada. Observa el movimiento de agua cuando cae en forma de cascada, cristalina y clara encima de las rocas de una quebrada, luego compárala con la quietud límpida de un claro herboso junto a un remanso, y cómo se expresan ambas cosas dentro de tu propia naturaleza. Deja correr el agua de la llave y siente su frescura deslizándose entre tus dedos, después intenta recogerla con tus manos.

Imagina lo que pasaría si e rompieran las paredes de un dique, o si los ríos se secaran y la temporada de lluvias no llegara nunca. Todo esto se puede comparar con los sentimientos dentro de nosotros, tranquilos y mansos como la quietud de un remanso, o tan furioso e incontrolable como las altas y poderosas olas de un mar tormentoso.

El Agua es el gran purificador, limpia y lava el desorden y la mugre, lo mismo que la emoción más elevada de amor puede limpiar y revitalizar nuestro ser interno.



El Agua no es ligera y luminosa como el Aire, que representa el coqueteo, y no tiene el calor del Fuego, que es el deseo. Es blanda, límpida, maleable, y se puede contener fácilmente o derramar por el toque del amor. Los pensamientos pueden agitar las ondas del agua, o batirlas en una tormenta.

Nuestro Espíritu de entusiasmo puede humedecerse severamente por la emoción incontenida, pero la Tierra y la estabilidad dentro de nosotros se avivan y se enriquece con el fresco y gentil toque de la lluvia.

¿Que tan emotivo eres tú? ¿Puedes contener tus sentimientos para que enriquezcan tu naturaleza, y nutrir y reavivar a quienes están a tu alrededor? ¿O eres demasiado reactivo, rápido en ofenderte, o quizá inmovilizado por miedos irracionales? ¿Qué significan la alegría y la tristeza para ti? ¿Te atreves a permitirte amar verdaderamente?


Cuando has perdido tu camino.....



Camina por una playa, nada en un límpido remanso, o toma una ducha y siente que el agua lava y arrastra tus problemas. Limpia y sosiega. Relájate e imagina la alegría de poder permitir que tus sentimientos fluyan a través tuyo sin restricción ni miedo. Nadie puede tener verdaderamente tu amor a menos que en verdad te ames a ti mismo. El Agua se relaciona con la tranquilidad, la apacibilidad y la compasión, el florecimiento de un corazón abierto. Su campo es el amor, y sobre todo el amor de dar sin pedir nada a cambio, y sin condiciones.


ELEMENTALES DEL AGUA- NIXSA


Arcángel Gabriel


Si se está de pie junto al mar en un día ventoso de otoño, y se observa a las olas cuando chocan en la orilla, es posible que en la lejanía se vea una forma translúcida, encorvada, estirándose desde las profundidades del lecho marino abajo. Es Nixsa, y su reino queda en las profundidades de los océanos y los ríos de la tierra.

Es el Señor del Elemento Agua, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Gabriel, su Amo. Cuando quiera que Gabriel es invocado por protección, Nixsa se elevará a su lado, fluido y cambiante, trémulo de poder, mientras en chorros de rocío espera hacer su cometido. Juntos dirigen y comandan el movimiento de la lluvia, el flujo y reflujo de las mareas, y las respuestas instintivas sobre la tierra.


Nixsa

Quien ve a Nixsa, dice que es una figura arremolinada, majestuosa, de pujante intensidad. Sus cabellos son largos y fluidos, tocados con el brillo húmedo de alga marina, y salpicado como tentáculos de plata y gris. Sus ojos son gotas luminosas, siempre en tembloroso movimiento, reflejando el eco de un siglo de lágrimas, y a su alrededor extiende una capa, del color de alga marina, bordeada con espuma blanca de las altas olas del mar.

Nixsa puede ser tan gentil y maleable como un límpido remanso, o danzar y emitir luz como un río que cae en cascadas, pero también puede levantar hasta los cielos inmensas olas oceánicas, tan salvajes e indómitas como una tormenta tenaz. Si atrapamos su mirada, se dice que sus centelleantes ojos devolverán nuestra mirada envueltos en misterio, éxtasis hipnótico, mientras que lentamente saca de nuestras profundidades una desconocida y latente ternura que duerme impresa entre nuestros sueños. Y cuando nos habla, oiremos el distante murmullo de aguas corrientes fluyendo en su voz.


Elemental del Agua

Con una persistente ternura en su mandato, Nixsa evoca de los océanos a seres elementales diminutos, conocidos como las Ondinas de su Reino. Llueven en gotas alrededor suyo; pequeños, plateados chorrillos de agua; delicadas y alegres criaturas que danzan con el delfín, y giran en remolinos con las sirenas y peces del mar. Se nos dice que si miramos cuidadosamente, podemos verlos caer en forma de cascada en los arroyos que descienden por las laderas, durmiendo en conchas entre las piedras de las orillas, o paseando alegremente en las espaldas de las olas espumosas de las mareas.


EL ELEMENTO AIRE




El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los impulsos de la mente. Es la flexibilidad de acción - lo rápido, lo alerta, lo chispeante y lo nuevo. Se estira hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y hacia adentro. Es flotante, flexible, cede ante el estado de ánimo, y sin embargo es aún fuerte y persistente.

El Aire es primavera, la inocencia y la vibración del principio de una nueva estación, el brote de las hojas desde las semillas de la mente, y la fe en uno mismo, y la creencia en el propio destino. El Aire toca el color del Sol, y capta el pensamiento de la vida. Es la respiración del ser vivo. Si pudiéramos verlo, sería de color Amarillo.

El Aire es hijo de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos abiertos, expectante y apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla, baila, fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y enterarse. Puede rugir, aullar y atormentar.

Es el suave toque de la inspiración - la fresca brisa primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos cuando caminamos por el valle del descubrimiento. Tiene la inocencia de los corderos retozando en la colina, y el estallido súbito de la luz encima de la oscuridad del horizonte.




El Aire es la Espada de nuestra protección, un valiente retador a la voz de la emoción y del deseo. Crece, y en su crecimiento da nacimiento una y otra vez, lanzándose, arrastrando, haciendo olas en las aguas, ondula en los árboles de la tierra y abanicando el fuego del hogar en nuevas llamas. También puede cabalgar en la tormenta de su propia hechura. Sopla polvo en la cara de la estabilidad, convierte las ascuas en un furioso infierno y castiga las peñas en el mar, blanco con el rocío del ventarrón aullante de un amargo viento del este - la razón convertida en un disturbio.

El Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente atormentada. Es el nacimiento de la comunicación, que yace en el Este, donde la fe y el día empiezan. El Aire es el alba de la conciencia a través de las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la Inteligencia del Espíritu cuando respira sobre la tierra.


El Aire dentro de nosotros



¿Alguna vez te han perseguido las hojas en otoño, y te has reído cuando saltaron sobre tus pies? ¿O has ofrecido la cabeza al viento mientras caminabas en los abiertos espacios del campo? El Aire tiene que ver con nuestro pensamiento y nuestra razón, y para expresarlo necesitamos comunicarnos, lo mismo que una brisa juguetea con nuestros cabellos, luminosa, brillante y fácil.

Como elemento, es casi totalmente incontenible pues no podemos verlo. No es sólido como la Tierra, o ardiente como el Fuego, o fluido como el Agua. Si tratamos de cogerlo, obtenemos un manojo de nada, lo mismo que si tratamos de coger un pensamiento, que se resbala de nuestro agarre. Los pensamientos y las palabras no nos pertenecen, así como el Aire no está bajo nuestro control. Probablemente todos hemos experimentado el sentimiento de “tener la mente en blanco", o haber "quedado sin palabras."

A menudo hablamos de salir a tomar aire fresco para "despejar las telarañas," pero ¿cuantos de nosotros nos hemos tomado un momento para estudiar el viento y su acción, para luego compararlo con nosotros? Asimila el proceso de comunicación al elemento Aire, y verás cómo el contacto es refrescante y ligero, continuamente en movimiento y cambiable.



El Aire no le debe nada a ninguno de los otros elementos, pues él es el amo de su propio destino; sin embargo, cuando está atrapado en bolsillos de agua o de tierra, puede volverse pesado y opresivo por falta de movimiento. El Aire nació para ser libre, así como nuestras mentes deben permanecer claras y ágiles, sin ser nubladas por la emoción o el prejuicio.

Demasiada estabilidad puede amortiguar la alerta y la originalidad, pero demasiadas preguntas pueden cegarnos a la simplicidad del sentido común. Compara el viento en las diferentes estaciones del año, desde la ligereza de una brisa primaveral hasta los vientos helados de pleno invierno, y mira cómo pueden afectar a los otros elementos, y a ti y tu naturaleza.

¿Cómo usas tus pensamientos? ¿O tus pensamientos te usan, dominan tu vida? ¿Por qué no comenzar a llevar un diario de lo que percibes sobre ti mismo, y comenzar a buscar quien eres verdaderamente?


Cuando has perdido tu camino...



Sal y camina en la brisa o en el viento. Siente como acaricia tus cabellos. Es fresco y calmante. Respira profundamente, y date cuenta de la paz que se puede lograr al permitir que tus pensamientos fluyan libres. Nadie tiene el poder de controlar estos pensamientos excepto tú.

El Aire es acerca de la libertad y la verdadera paz mental. Trata de la fe en ti mismo y de creer en este gran universo que te ha dado la vida. Es acerca de la verdad- y sobre todo, la verdad que eres tú.

ELEMENTALES DEL AIRE- PARALDA

Arcángel Rafael


Si estás de pie en la bruma mañanera y miras hacia el cielo, justo cuando el sol se eleva, puede que tengas la suerte suficiente para captar un resplandor fugaz de una forma brumosa y oscura de azul neblinoso saltando entre las nubes en el borde del viento. Este es Paralda, y su Reino está alrededor nuestro, pues él es el Señor del Elemento Aire, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Raphael, su Amo.


Paralda

Cuando quiera que se invoque la protección de Raphael, se puede ver a Paralda emergiendo al lado de él, listo para desempeñar su papel; juntos dirigen y comandan el movimiento del Aire y los esquemas del pensamiento alrededor de la tierra. Quienes ven a este Rey Poderoso, dicen que surca por los cielos con alas de telaraña, sus ondulantes cabellos con rayas de luz del sol, y sombreados con la blancura grisosa de las nubes que lo rodean. Sus ojos son de plata, rayos de luna rasgados, danzantes y alertas; la forma tenue de su cuerpo desmiente su fuerza, pues aunque puede parecer tan suave como el toque de la primavera en tu mejilla, su poder es tan salvaje e imprevisible como un aullante viento del este.

Se nos dice que, con solo una mirada, puede captar los secretos de nuestros pensamientos más profundos en el momento fugaz de su fija mirada penetrante, y cuando habla lleva en su voz el sonido arrullador de los breves ventarrones de verano, o de las leves brisas otoñales. Es por el aliento de las órdenes de Paralda que controla a los seres elementales diminutos de su reino, conocidos como los Silfos. Prontos y graciosos, se reúnen para rodearlo, con sus plateadas formas etéreas e indefinidas de duendes.


Elemental del Aire


Se dice que se los puede oír a menudo susurrar en las copas de los árboles, mientras que circulan por los cielos con los pájaros del aire. Pero tenemos que ser rápidos para darles un vistazo, pues siempre están en movimiento, siempre cambiando de forma, subiendo y deslizándose, surcando y bajando en picada, delgados bailarines sin esfuerzo, tremando en la respiración del viento.


EL ELEMENTO TIERRA




La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición, plenitud, y fertilidad. Es nuestra base y nuestra necesidad básica.

La Tierra es el terreno bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos con nuestros ojos y orejas.

La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y en los setos. Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros.

La Tierra es la media noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos ver, pero somos obligados a percibir. Es calurosa, bochornosa y silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el crecimiento empieza y finaliza.





Es el disco de la materialidad; circular, significando la redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la vida; el fénix levantándose de las cenizas, el renacer anual de la tierra.

La Tierra es invierno, donde todo aparenta morir, pero sigue viviendo bajo la superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de la tierra. La promesa de un nuevo nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia sube por las raíces de todas las cosas vivientes.

La Tierra es confiable. Comprende la vida. Es la solidez del futuro, construido sobre los fundamentos del pasado. Es rica y oscura, fuerte e inmóvil.

Contiene la sal de nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero puede quedar mustia por el calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la felicidad que requerimos. Siente su textura en tus manos. Siente la energía que penetra por las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped.

La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y preparándose para todas las cosas.

La Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en manifestación.


La Tierra dentro de nosotros



La Tierra es más contenible y más segura que el Fuego, porque ella es el sustento de la vida, así como nuestra propia estabilidad; puede sostener la vida de una idea, de un deseo o un sueño. Sin este elemento dentro de nuestra naturaleza, no habría fruición de nada, puesto que sin acción, todo quedaría en los reinos de la imaginación.

De todos los elementos, es el más fidedigno. Muchas personas buscan seguridad o compañía en animales, pero el tacto de la tierra bajo nuestros pies es la cosa más sólida y fiable que hay.

La llamamos la Madre Tierra, por su hermoso Ser verde y fecundo no es una esfera inanimada de roca y piedra, sino el sustento de nuestras vidas. Y así como una madre, a menudo la tomamos por garantizada. La arrasamos, la quemamos y la aramos, pero siempre permanece.

Toma un puñado de tierra después de la lluvia, y toca la humedad en su textura. La tierra necesita del agua para evitar que se vuelva yerma y seca, y el agua es emoción, compasión y amor. Requerimos amor y emoción para permanecer estables y evitar que nos sequemos por dentro. La combinación es buena pero, mezclada con demasiada agua, se puede convertir en ríos de barro, ocasionando que nuestra estabilidad resbale.

Compara las diferentes texturas de la piedra, la madera, el carbón de leña y la tierra y las diferentes fases desde el polvo al barro, o el fresco campo recién sembrado con otro sin arar y sin sembrar. Hay mucho que podemos deducir sobre nosotros mismos a partir de todas estas cosas, al vincular la Tierra con los otros elementos.





Los zapatos son una de las cosas más difíciles del hombre civilizado. Quítatelos alguna vez, y percibe tu fuerza y buen humor regresando cuando caminas sobre el césped y atraes energía de la tierra. ¡No tienes que creer que esto sea verdad - sólo ensáyalo!

¿Cuánta tierra hay en ti? ¿Eres confiable, sólido, fidedigno? ¿O estás acosado con preocupaciones emocionales, o deseos obsesivos? ¿Piensas demasiado, dejando que esto altere tu seguridad? ¿Sabes verdaderamente cuan fuerte y capaz eres?

Demasiada cantidad de cualquiera de los otros elementos perturbará nuestra estabilidad; pero demasiado poco de ellos para atemperar la Tierra, ocasionará que nos volvamos inertes, aburridos e incapaces de adaptarnos al cambio.


Cuando has perdido tu camino...




Camina por el campo. Estudia los diferentes colores y texturas alrededor tuyo. Siente el secreto mundo oculto de los animales, la tierra bajo tus pies, y la abundante belleza de la vida. Es sólida y confiable, inclusive en medio del cambio.

Escucha los sonidos de la floresta, percibe el olor de las flores, y date cuenta de la fuerza que se puede conseguir al caminar siendo uno con la plenitud de la naturaleza. Ninguna otra persona puede darte verdadera seguridad - únicamente puedes lograrla tú mismo.

La Tierra es sobre la estabilidad. Trata sobre el reconocimiento y la aceptación de las leyes naturales de esta tierra que nos proveen la nutrición. La Tierra nos da dignidad, respeto, y fuerza de voluntad. Proporciona comprensión, y sobre todo comprensión y aceptación propias.


ELEMENTALES DE TIERRA- GOB


Arcángel Uriel


Si estás de pie al borde de un silencioso claro herboso en una noche de invierno, y miras profundamente en el bosque más allá, puede que captes un resplandor fugaz de una figura como de duende en cuclillas, que te devuelve la mirada en el brillo de la luz de la luna entre los helechos. Este es Ghob, y su Reino queda en los bosques y las pasturas de la tierra, pues él es Señor del Elemento Tierra, y reside, con los animales, bajo la jurisdicción del Arcángel Uriel, su Amo.

Cuando quiera que se invoque la protección de Uriel, Ghob está de pie silenciosamente a su lado en las sombras, esperando para hacer lo que se le solicite. Juntos dirigen y comandan la masa de tierra, las plantas, y la estabilidad de este mundo en el cual todos vivimos. Se dice, por quienes cuentan con experiencia, que Ghob es un ser solemne, oscuro, con ojos cautos de afilado cristal, y delicada ropa de helecho laminado, cosido con brillantes hilos de rocío por ocupadas manos de elfos. Sus entristecidos rasgos puntiagudos muestran las cicatrices profundas de los rigores de la vida, causados por entrometidos no invitados: la jungla de hostiles vecinos humanos que comparten su Reino Terrenal.

Este Rey Elemental es mucho más tímido y menos accesible que los otros. Su poder es indomable, y su fuerza no tiene comparación, pero él permanecerá normalmente oculto en los prados secretos y en los bosquecillos donde los humanos no van. Sin embargo, si buscamos muy cuidadosamente, y si ganamos su confianza, puede ser que se muestre, a veces asomándose desde la maleza, o quizá casi inmóvil con su espalda contra un tronco de árbol en un bosque al borde de una quebrada.


Gob

Hay muchas caras y formas elementales que se pueden ver entre el verdor de la naturaleza, si nos tomamos sólo un momento para sentarnos y fijar la mirada. Se nos dice que si alguna vez captamos la mirada de Ghob, por un punzante momento, estaremos irresistiblemente atrapados por el fantasmal desconcierto en sus ojos almendrados. Y de algún modo saborearemos el amargo fruto de la responsabilidad personal que nos incumbe por la ignorancia de nuestra raza, que está tan deseosa de desarraigar y profanar los tesoros ocultos de la tierra de Ghob.

Este silencioso y sombrío ser, puede ser tan gentil y protector como un árbol umbrío, o tan protector y pesado como un bosque por la noche. Si escoge hablarnos, su voz es tan quebradiza como el chasquido de una ramita, y es a través de estas órdenes abruptas que indica a los Gnomos - los seres elementales en miniatura de su Reino - para que se reúnan a su lado. Estas tímidas y diminutas criaturas más a menudo aparecen ante nosotros en la semblanza de forma humana- a veces delgados como un elfo, o delicados como un hada, y a veces pequeños, gruesos y pesados.

Elementales de Tierra


Se arrastran de fuera de las formas sin tiempo del roble y la ceniza, del helecho y del arbusto, deslizándose de los pétalos de flores, musitando debajo de un helecho, asomándose desde dentro de los setos, saltando y correteando precipitadamente, caminando y esparciéndose alrededor de su Rey a medida que acumulan confianza y exuberancia.

Se nos dice que, si estamos de pie en el campo a la hora de la media noche, y escuchamos atentamente, podemos poder oír la charla y la risa de sus vocecitas chillonas cuando trepan por la noche, sus diminutas linternas balanceándose ante ellos, y el zumbido de su cháchara atravesando el aire como una colonia de abejas, atrapadas en un panal, muy lejos, en los bosques distantes.


Los cuatro elementos en la Naturaleza





Fuente: Orden del León Blanco.
http://www.orderofthewhitelion.com/theelements@/The4elements.htm
Traducción por Artemidoros

miércoles, 11 de noviembre de 2009

MUDRAS


MUDRAS

Por Begoña Rojo



Como utilizar nuestras manos para potenciar las energías y la espiritualidad.



El hombre difiere de los animales, no sólo por su inteligencia y creatividad, sino también por tener las manos y la capacidad de hacer cosas, demostrar la intención para comunicar ideas y sentimientos.


El cerebro tiene más terminaciones nerviosas relacionados con las manos que de cualquier otra parte del cuerpo. Las manos pueden ser utilizadas para bendecir o maldecir, construir o destruir, herir o curar.

Cuando unimos las manos entrelazando los dedos, el pulgar permanece en la parte superior de la mano derecha o de la izquierda, y esto nos indica cúal es el hemisferio de nuestro cerebro que domina. La psicología nos dice que si el dedo pulgar derecho es el más alto, significa que la lógica y la razón prevalecen en nuestras vidas. Si es el pulgar izquierdo el mayor, entonces son la intuición y la emoción. Cuando se ponen juntos los dedos de ambas manos, estamos cerrando un circuito con nuestra mente que se cree, nos ayudaa a pensar más claramente. Cuando pensamos profundamente, instintivamente unimos las yemas de sus dedos. Si se nos olvida algo y tenemos necesidad de recordar, también instintivamente tocamos nuestra frente con la punta de los dedos.

Gestos como los de aplaudir, estrechar la mano o alzar el pulgar impregnan nuestra vida cotidiana, pero la mayoría de nosotros desconocemos cuál es su verdadero origen. Sin embargo, la importancia de este código no lingüístico es tal que forma parte de nuestras ceremonias más sagradas. Si observamos las manos del sacerdote durante la celebración de la misa, advertiremos cómo éstas adoptan determinadas posiciones en una clara invocación a Dios. Ritos y cultos de todas las épocas han incorporado los gestos a sus celebraciones. Pero quizá sea en el subcontinente indio donde esta singular coreografía alcanza su mayor desarrollo y complejidad.




Muchos de nosotros hemos observado que en las representaciones de Buda éste adopta determinados gestos con las manos. A dichas posiciones se las denomina «mudras» –originariamente «sello» en sánscrito,–. Pero, ¿en qué consisten? ¿cuál es su significado?

La energía divina que va a mantener la vida, está regulada por nuestros chakras. El poder del corazón, la cabeza y la mano. El corazón lleva la energía, el cerebro decide qué hacer y cómo hacerlo con las manos y la forma de dirigir esta energía al sitio de acción. El microcosmos humano es un reflejo o espejo de la creación definitiva de Dios, el universo. Así, el ser humano es concebido como el universo, con cinco elementos básicos: El espacio o éter, Fuego, Aire, Agua y Tierra.

La ciencia de los mudras se basa en estos 5 elementos. El desequilibrio o la mala coordinación entre estos elementos, causa daños mentales, emocionales y físicos. Por lo tanto, el equilibrio y la sincronización de ellos, son los secretos para una buena salud y la evolución del ser. Dios nos dio la fuerza y la capacidad para resolver problemas. Todo lo que necesitamos para estar sanos y felices está en nuestro cuerpo. La mayoría de estas soluciones se encuentran en nuestras propias manos (literalmente). Los Mudras son el secreto de la salud en nuestras manos y dedos (los mudras se realizan con la ayuda de los dedos).

Los cinco elementos están representados en cada uno de nuestros dedos. El pulgar representa el fuego o el sol, el dedo índice representa el aire o el viento, el dedo medio representa el cielo o en el espacio, el éter o el etérico, el dedo anular representa la tierra o física y el meñique es el agua o emocional, el cuerpo de deseos. Nuestras manos son el departamento de control de la salud de nuestro cuerpo. Emiten la energía de los chakras, la limpieza y las energías divinas. Con el uso correcto de este poder, se puede curar hasta las enfermedades más misteriosas. Con las manos, se puede transferir la energía a cualquier lugar o persona aunque esté físicamente lejos de nosotros, la energía que nos ayude a conseguir lo que queramos, que nos proteja del mal, que nos cure y más.



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Aunque su origen es incierto, es en la India donde parecen haber arraigado con más firmeza. Es frecuente observarlos en las representaciones de sus dioses, han sido popularizados a través de las danzas, en las que suponen un elemento indispensable de la coreografía teatral; se practican en los rituales del tantrismo y juegan un papel determinante en el budismo –donde tienen un sentido exclusivamente mágico y ritual–, a través del cual se conocen infinidad de mudras. Las imágenes más divulgadas del Gautama Buda suelen representar seis de los más célebres, aunque se cree que éste reveló otros 64.

Los yoguis conocían que, mediante determinadas posturas del cuerpo, se ponían de manifiesto muchos estados anímicos y que ciertos gestos influían de forma positiva sobre la mente.El sistema médico del Ayurveda también los tiene en cuenta, recomendando su práctica a manera de estímulos energéticos.

Pero no sólo en la India podemos descubrirlos. En Japón, por ejemplo, fueron impulsados por el budismo de la escuela Shingon, que los denominó In (sello), aumentando el número de gestos en varios centenares. También surgieron en China –debido igualmente a la influencia budista– con el nombre de Yin (sello). En la actualidad, los mudras chinos están asociados a la práctica de las disciplinas de Qi Gong y Tai Chi.


No es casual que tanto japoneses como chinos tradujeran «mudra» por «sello», recuperando el significado originario que el término poseía en sánscrito antiguo: la acción y efecto de sellar. En este sentido, es fácil advertir el simbolismo que subyace tras algunos de nuestros gestos. Por ejemplo, cuando deseamos otorgar a una decisión un determinado peso o cuando alcanzamos un pacto con otra persona. Pero también podemos establecer acuerdos con nosotros mismos, nuestras fuerzas interiores y la Energía Universal o Cósmica. Y es esta última la función más relevante de los mudras: conectarnos con la divinidad. Dicho simbolismo queda patente si observamos el gesto sagrado más conocido de esta tradición hindú: el chin-mudra: el dedo pulgar representa a la Conciencia Cósmica, en tanto que el índice simboliza la individual o humana.

Los Mudras son gestos asociados a ciertas técnicas de meditación, especialmente a algunas clases de Yoga. Aunque estas posiciones pueden implicar a la totalidad del cuerpo, el concepto se ha popularizado en relación al uso exclusivo de las manos. En este sentido, su práctica consiste en ir uniendo los dedos entre sí de maneras muy diversas y ejerciendo distintas presiones. Dichos movimientos permiten materializar ciertos estados o procesos de la conciencia. Pese a que no es necesaria mucha habilidad para efectuarlos, al estar asociados a técnicas de meditación se requiere serenidad, concentración y constancia. Así, si alguien necesita ser perdonado, repetirá con convencimiento el Varada-Mudra –gesto de la concesión de un deseo o de la misericordia–. Y se dice que con el tiempo, verá cumplido su objetivo. Pero los mudras no sólo afectan a determinados estados de nuestra mente o nuestro espíritu; también actúan a nivel físico. Por ejemplo, si usted tiene problemas hepáticos o estomacales podrá solucionarlos si practica el Mushtimudra.


Hace miles de años, los mudras se utilizaron con el mantra y se fijaron las pautas de la energía. La energía se manifiesta invocando a través de los chakras, los centros de energía del cuerpo. Usamos las dos manos y los dedos para ejecutar los mudras, pero de manera voluntaria a través de nuestro cuerpo y no a través de procesos fisiológicos involuntarios. La manifestación de la energía, se produce con el uso correcto de nuestras manos, cuerpo, boca y ojos, que dan forma directa, y sellan el poder de invocar. Las manos son poderosos instrumentos para la defensa, sanidad, comunicación, física y espiritual, y sobre todo, para expresar su creación. Usamos mudras para protegernos de las fuerzas espirituales hostiles al equilibrar la energía de los chakras y órganos para curar los males posibles para el intercambio de energía entre los seres encarnados o no, de alto contacto espiritual con los Maestros Ascendidos y sus ángeles, para expresar la voluntad y como un medio de comunicación. Los Mudras son gestos que alientan determinados sectores de nuestro cerebro y que nos conectan con nuestro interior, nuestra energía y la energía universal para su propio beneficio. Las manos son como varitas mágicas, que hacen que la unidad y la forma de la energía divina, se manifieste físicamente.

Conozca la misión de cada dedo:

- 1: El dedo pulgar:

El pulgar es el único dedo que puede estar delante de sus hermanos de la misma mano. El elemento fuego y el meridiano de los pulmones se asocian con el pulgar. El fuego del pulgar alimentar la energía de los otros dedos y absorbe el exceso de energía. De este modo, restaura y equilibra. Él hace el trabajo de incinerador de la basura, con el poder de fuego para crear orden. El fuego depende del aire que se muere sin oxígeno. Lo mismo ocurre con la respiración de las células. Nuestro metabolismo en las células individuales sólo puede funcionar correctamente con una cantidad adecuada de oxígeno. Con el fuego y el aire puede curar casi todos los males de nuestro cuerpo.

- 2: El dedo índice:

El elemento del aire representa la mente y el poder del pensamiento. El pensamiento es el iniciador de deseo y acción. Es el reparto de nuestros proyectos con el tercer ojo. Este dedo está asociado con el intestino y el meridiano profundo del estómago. También nos da un verdadero instinto, el aumento de la capacidad de reflexión y trae un montón de inspiración. Esta es una energía que va a nuestra más profunda intimidad y de vuelta al cosmos.

- 3: el dedo Corazón:

El dedo medio, está asociado con el elemento éter, éste es el dedo de la mano del cielo, el dedo más largo de nuestra mano. Cuando elevamos nuestras manos al cielo, es la cumbre de nuestro ser. Las energías de este largo dedo se irradian más allá del infinito. Este dedo está relacionado con el riesgo. Su cualidad es la alegría que tomamos en las acciones. Su conocimiento puede canalizar actos desde nuestro planeta hacia al cosmos más lejano y más allá. Este es el momento de la entrega de nuestro ego y la preocupación por uno mismo, a nuestro Ser Superior en el Chakra del Corazón.

- 4: El dedo anular:

Este dedo está asociado con el elemento tierra y nuestro poder material. Él nos da el poder de afirmación y de la posición en la vida. La paciencia y la armonía, la serenidad, la pureza y la esperanza. El chakra del plexo solar muestra que éste es el dedo de la mano de la búsqueda de lo divino en la manifestación física.

-5: El dedo meñique:

El dedo meñique está asociado con el elemento agua. Es el dedo de la mano de la comunicación y de las emociones. En el meridiano del corazón, no sólo alimenta, también fortalece y mantiene felizmente las relaciones. Este dedo está relacionado con el asiento del alma, mostrando la necesidad del alma de servir y cuidar a otros.


Así se practican los Mudras:

La práctica es relativamente sencilla, aunque se requieren ciertas condiciones que conviene tener en cuenta. En primer lugar, es preferible encontrar un sitio tranquilo, silencioso, donde nadie pueda molestarnos. Sin embargo, hay quien afirma que pueden practicarse en cualquier lugar y situación, incluso en mitad de un atasco. De todos modos, recomendamos la primera opción, más apropiada para el recogimiento interior.

A continuación, nos sentaremos en una posición cómoda, sobre un cojín y con las piernas cruzadas. También podemos utilizar una silla, pero en este caso debemos procurar que el peso del cuerpo recaiga en ambos pies por igual. Es importante que mantengamos la espalda recta, pero sin forzar la postura.

Debemos estar cómodos.

Aunque podemos practicar mudras siempre que sintamos la necesidad de hacerlo, hay momentos del día más propicios. Si, por ejemplo, el mudra elegido es para mejorar la meditación, la hora idónea es inmediatamente después de levantarnos o justo antes de irnos a dormir. Es importante no haber ingerido alimentos al menos durante las dos horas anteriores, ya que con el estómago lleno la energía tiende a concentrarse en el abdomen.

En cuanto a la frecuencia, no existen límites, pero para obtener mejores resultados es conveniente que la duración sea de unos tres minutos aproximadamente, practicando el mudra un par de veces al día. Sin embargo, cuando hayamos alcanzado cierto grado de experiencia, podemos aumentar estos tiempos. Si nuestra habilidad es media, cada uno puede ocuparnos diez minutos. Si es alta, treinta minutos como máximo.
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Un componente muy importante asociado a esta técnica es la meditación. Si no tenemos experiencia en este sentido, basta con prestar atención a nuestra respiración. Hay que exhalar e inhalar muy lentamente por la nariz, concentrándonos en el recorrido del aire hacia el interior y el exterior de nuestro cuerpo. Es necesario que estemos plenamente relajados y que la consciencia de la respiración serene nuestros pensamientos. Si nos enfrentamos por vez primera a la práctica de algún Mudra, quizá notemos que nuestros dedos están rígidos y las manos se cansan con rapidez. De ahí que la concentración y la meditación sean necesarias para liberar tensiones que puedan restarnos movilidad.


Para los sanadores indios –ayurvédicos–, las enfermedades constituyen la pérdida de la armonía en el organismo. La curación se produce cuando se restablece el equilibrio. Ellos comprobaron que las dolencias eran generadas por la conciencia y que ésta se manifiesta a través de cinco elementos básicos. Si cualquiera de dichos principios no está bien representado, tiene lugar una falta de armonía. El Ayurveda asigna a cada dedo su elemento correspondiente. También los chakras están presentes en nuestros dedos, aunque la asignación no es la misma en todas las escuelas de Yoga.

Las manos también son las protagonistas si pensamos en otras disciplinas, como la digitoterapia, la reflexoterapia y la astrología, pero como de lo que se trata es de animarles a descubrir por sí mismos el poder sagrado de los Mudras y a beneficiarse de su enorme potencial curativo, a continuación verán unas ilustraciones prácticas que incluyen algunos de estos gestos terapeúticos.



ABHAYAMUDRA


Gesto de protección al creyente.


Coloque la mano derecha a la altura del pecho, con la palma extendida hacia delante. La otra mano puede descansar sobre el muslo izquierdo o en el regazo. Este mudra, que puede verse a menudo en la representación de muchas divinidades y muestra el poder de estas, asegura protección al creyente, librándole del miedo.


ATMANJALIMUDRA



Gesto de la oración.

Coloque las manos juntas frente al pecho. dejándo una pequeña abertura entre las palmas. Esta postura refuerza el recogimiento interno y proporciona equilibrio y paz. Armoniza los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. En la India también se utiliza como saludo, en señal de respeto hacia el otro.



CHINMUDRA Y JÑANAMUDRA


Gestos del conocimiento y la conciencia.

Ponga las manos colocadas sobre los muslos. Mientras los otros dedos permanecen extendidos y separados, las puntas de los pulgares tocan las puntas de los índices. Si los dedos apuntan hacia el cielo se denomina Jñana-Mudra, si señalan hacia la tierra, Chin-Mudra. Existe otra variante en la que los dedos permanecen unidos. Se trata de una postura dadora, en tanto que la primera es receptora. Estos gestos actúan a nivel físico, anímico y espiritual



DARMACHACKRAMUDRA



Giro de la Rueda

Colocadas a la altura del pecho, la derecha un poco más arriba que la izquierda, ambas manos describen sendos círculos con el pulgar y el índice, el resto de los dedos en extensión no forzada. La mano izquierda tiene la palma vuelta hacia el corazón y la derecha el dorso hacia el cuerpo. El dedo corazón izquierdo toca el punto donde se unen el pulgar y el índice de la mano derecha. Ambas manos simbolizan dos ruedas, (según la mitología india) la perefcción o la rueda de la vida. Al ser dos, hacen referencia a la reencarnación.


DHYANIMUDRA


Gesto de Meditación


Con las manos reposando sobre el regazo, estas adoptan la forma de cuencos, la derecha encima de la izquierda, con los pulgares tocándose. Es la posición clásica para la meditación y con ella se pone de manifiesto que nuestro interior está limpio y libre para recibir la inspiración necesaria y emprender el camino espiritual.


GARUDAMUDRA


El Pájaro Místico

Coloque enganchadas por los pulgares y a la altura del vientre, la mano derecha sobre la izquierda. Permanezca en esta postura el tiempo que le lleve realizar diez movimientos respiratorios profundos. A continuación, suba las manos a la altura del estómago y repita los ejercicios respiratorios. Finalmente, ponga la mano izquierda sobre el esternón, gire las manos en dirección a los hombros y abra los dedos. Garuda, rey de los aires y montura de Vishnú, es una criatura llena de fuerza. Igualmente poderoso es este Mudra, que activa el riego sanguíneo, equilibra las energías de las dos mitades del cuerpo y revitaliza los órganos.

MATANGIMUDRA


Cruce las manos delante del estómago. Levante los dedos corazón, apoyándolos el uno sobre el otro por las yemas. Ponga atención sobre su respiración en la zona del plexo solar. Este Mudra estimula los elementos Madera -un comienzo nuevo-. Practicándolo, beneficiará a sus órganos internos, sobre todo el corazón, estómago, páncreas, besícula biliar, hígado y riñones y, además aliviará sus tensiones.

MUDRA DEL LOTO


Símbolo de la pureza del corazón.

Junte las manos a la altura del pecho. Éstas deben tocarse sólo por su parte inferior y por las yemas de los dedos. formando el "capullo de la flor del loto". A continuación abra las manos, pero sin separar los meñiques de los pulgares. Extienda el resto de los dedos tanto como pueda. Respire profundamente cuatro veces y vuelva a unir las manos como al principio. Practique este Mudra cuando se sienta desanimado, solo o incomprendido.

PUSHANMUDRA


Tiene dos versiones. En la primera, una las puntas del pulgar, el índice y el dedo corazón de su mano derecha y extienda el resto de los dedos. Una las puntas del pulgar, el dedo corazón y el anular de la mano izquierda, mientras los otros dedos permanecen extendidos.
En la segunda, una las puntas del pulgar, el anular y el meñique de la mano derecha y extienda el resto de los dedos. La mano izquierda igual que en la primera versión. Este Mudra toma su nombre de la divinidad solar Pushan, que es también el dios de la alimentación. Su práctica está recomendada a quienes padecen problemas digestivos y estomacales.

PUSHPAPUTAMUDRA

Gesto de la mano llena de flores.

Las manos reposan sobre los muslos. Los dedos permanecen juntos pero relajados. Los pulgares, pegados a la parte exterior de los índices. Este Mudra simboliza la aceptación y, al practicarlo, hace que se manifieste una actitud abierta.

SHIVALINGA

Gesto para reponer fuerzas.

La mano derecha, con el pulgar extendido, descansa sobre la mano izquierda, cuyos dedos deben estar juntos. Ambas se colocan a la altura del abdomen. Los codos deben abrirse hacia delante y hacia los lados. Se emplea contra la fatiga y la depresión.


VARADAMUDRA

Gesto de la concesión de lo deseado.

La mano izquierda debe señalar hacia abajo, con la palma extendida en dirección al frente. Puede colocar la derecha sobre el muslo o el regazo. Los dedos apuntan hacia abajo, relajados y en ligera flexión. En algunas ocasiones lo vemos efectuado con ambas manos, la izquierda señalando hacia arriba. Este Mudra, predilecto de las divinidades indias, simboliza la concesión de un deseo, la misericordia o el perdón.


FIN


Fuente de algunos párrafos del texto: Paco Gonzalez.